Cuando estamos pensando en ser madres es conveniente saber qué días del mes se es más fértil. Para ello, conocer cómo funciona el ciclo menstrual de la mujer es una gran ayuda. Normalmente, este comienza el primer día de regla y termina el primer día de la siguiente menstruación. En total, dura alrededor de 28 días y el periodo de mayor fertilidad suele coincidir con la ovulación, que generalmente se produce a mitad de dicho proceso. Es decir, el día propicio para quedarse embarazada en un ciclo regular sería el catorceavo, aunque los momentos más fértiles incluyen también los tres ó cuatro días anteriores y posteriores a la ovulación.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que no siempre los ciclos menstruales son regulares y, por tanto, la fecha de ovulación puede variar de una mujer a otra o de un ciclo a otro. Por eso, la posibilidad de quedarse embarazada está presente a lo largo de todo el ciclo.
Por nosotras mismas no podemos calcular los días exactos de la ovulación, pero sí podemos hacer una estimación siguiendo algunas señales que nos da nuestro cuerpo. Por ejemplo, según lo explicado antes, si nuestro ciclo acostumbra a ser regular, podemos anotar el primer día de regla en un calendario y, así, calcular que catorce días después aproximadamente tendrá lugar nuestra ovulación.
Por otra parte, nuestra temperatura corporal antes de levantarnos de la cama también es un indicador. En concreto, la clave reside en la temperatura basal, que permanece baja antes de producirse la ovulación y aumenta una vez producida. El problema de este método es que no predice la ovulación, sino que muestra que esta ya se ha producido, por lo que habrá que medir la temperatura y anotarla durante varios meses para poder establecer un patrón.
Finalmente, nuestro flujo vaginal puede ayudarnos a predecir la ovulación, ya que entre los dos y tres días anteriores a la ovulación aumenta y se hace más transparente. Aun así, como se ha indicado líneas más arriba, hemos de tener en cuenta que los ciclos no son siempre regulares y pueden variar de un mes a otro, por tanto estas indicaciones que nos da nuestro organismo no deben ser nuestra única referencia. En definitiva, acudir a un profesional siempre es la idea más acertada.