Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra han logrado detectar en la superficie del esperma de buey 58 proteínas capaces de unirse a moléculas de azúcar presentes en la superficie de los óvulos e implicadas en el proceso de fertilización. Las proteínas detectadas en el estudio son muy similares a las de los espermatozoides humanos y su descubrimiento podría utilizarse para desarrollar futuras vacunas para el control de la fertilidad.
La formación de la célula huevo que finalmente dará lugar a un nuevo ser vivo depende de la unión entre los gametos masculino (espermatozoide) y femenino (óvulo). Esta unión está precedida por una serie de interacciones celulares que primeramente conducirán al espermatozoide hasta las trompas de falopio para después permitir su fusión con el núcleo del óvulo.
Al igual que muchos otros procesos, las interacciones descritas se basan en el reconocimiento específico entre moléculas de azúcar y proteínas, un diálogo esencial en la biología que no siempre recibe suficiente atención.
Un estudio, publicado en la revista Molecular & Cellular Proteomics, ha permitido identificar en la superficie del esperma de buey 58 proteínas capaces de reconocer moléculas de azúcar presentes en la superficie de los óvulos e implicadas en el proceso de fertilización.
Utilizando tecnología desarrollada en el propio laboratorio, científicos del Grupo de Proteómica y Química de Proteínas de la Universidad Pompeu Fabra, liderados por David Andreu y Ricardo Gutiérrez-Gallego, en colaboración con Manuel Avilés, de la Universidad de Murcia, revelan que estas proteínas, denominadas lectinas, se han visto implicadas en dos etapas clave para la fertilización: la formación del reservorio espermático en el epitelio del oviducto y la interacción espermatozoide-óvulo.
EasyFIV resalta la importancia del descubrimiento porque las proteínas identificadas en este estudio son en muchos casos idénticas a las del semen humano y, contienen información estructural que podría utilizarse, entre otros fines, para facilitar el diagnóstico y tratamiento de la infertilidad o incluso desarrollar futuras vacunas para el control de la fertilidad”.