Al buscar el momento perfecto para expandir la familia, muchas mujeres y parejas se preguntan si existe realmente una mejor época del año para concebir. La ciencia ha explorado este interrogante desde diversos ángulos, encontrando vínculos entre la fertilidad, el bienestar durante el embarazo y las estaciones del año. Concretamente, existen estudios que han arrojado luz sobre el papel crucial que desempeña, por ejemplo, la vitamina D en la fertilidad, tanto masculina como femenina, y cómo las estaciones influyen en las tasas de éxito del embarazo.
La luz solar tiene un papel importante en la producción de vitamina D, esencial para mantener un equilibrio hormonal saludable tanto en hombres como en mujeres. La vitamina D ha sido vinculada con la fertilidad, y una mayor exposición a la luz solar durante la primavera puede ayudar a mejorar las tasas de concepción.
Con la llegada de la primavera, los días se alargan y hay una mayor exposición a la luz solar. Esto no solo mejora el estado de ánimo al reducir los efectos del trastorno afectivo estacional, sino que también puede influir positivamente en la libido y la motivación para concebir. Como bien sabes, un buen estado de ánimo es importante cuando se busca un embarazo, ya que el estrés y la ansiedad suelen tener efectos negativos sobre la fertilidad. En relación con este hecho, te puede interesar nuestro artículo de blog "¿Cómo influye el estrés en tus posibilidades de quedar embarazada?".
Optar por embarazarse en primavera ofrece la ventaja de vivir el verano sin estar en las últimas etapas del embarazo, un periodo donde se recomienda limitar los desplazamientos largos y durante el cual la fatiga se hace más presente en las futuras madres. Esta planificación temporal permite aprovechar las vacaciones estivales de julio y agosto para disfrutar del buen tiempo y descansar adecuadamente antes de que el embarazo avance a su fase más demandante. Además, el verano brinda una excelente oportunidad para fortalecer la salud ósea tanto de la madre como del bebé gracias a la vitamina D obtenida de la exposición al sol.
Durante los últimos tres meses del embarazo, es común que las futuras madres experimenten un incremento en la retención de líquidos, lo que lleva a una sensación de hinchazón o edema. Si la concepción ocurre en la primavera, esto significa que el período más crítico de hinchazón se alineará con el inicio del otoño, cuando las temperaturas comienzan a disminuir. Este descenso en el termómetro puede ser beneficioso, ya que las temperaturas más frescas tienden a mitigar las molestias asociadas con la hinchazón, proporcionando un alivio natural a este síntoma tan común del embarazo en su etapa final.
Para favorecer el embarazo, independientemente de la época del año, existen otros factores que también pueden mejorar tus probabilidades y tu salud general, así como la del bebé en desarrollo:
Edad: La fertilidad femenina comienza a disminuir después de los 35 años, por lo que la edad es uno de los factores más importantes a considerar.
Monitoreo de los días fértiles: Aprovechar los días más fértiles aumenta significativamente las posibilidades de concebir.
Mantener un peso saludable: Tanto el sobrepeso como el bajo peso pueden afectar negativamente la fertilidad. Una nutrición adecuada y un peso corporal saludable son fundamentales.
Adoptar un estilo de vida saludable: Evitar el tabaco, el alcohol y otras sustancias perjudiciales no solo incrementa tu fertilidad; también promueve un embarazo saludable y reduce el riesgo de complicaciones.
Implicación de la pareja masculina (si aplica): La calidad espermática del hombre también es crucial, por lo que adoptar hábitos saludables es igualmente importante para el hombre, en el caso de que sea tu pareja.
Reducir el estrés: El estrés puede influir negativamente en la fertilidad al alterar los niveles hormonales. Buscar estrategias para manejar el estrés puede ser beneficioso para tu salud y para el embarazo.
Dieta rica en antioxidantes: Consumir alimentos con alto contenido de antioxidantes, como frutas y verduras, puede mejorar la calidad de los óvulos y los espermatozoides.
Controlar el consumo de ciertos medicamentos: Algunos fármacos pueden afectar la fertilidad. Siempre es recomendable consultar con un médico antes de iniciar o suspender cualquier medicación.
Estado emocional y psicológico: Mantener una actitud positiva y un buen estado emocional puede influir muy favorablemente en la capacidad para concebir.
Ejercicio moderado: Mantenerse activa físicamente, pero con ejercicios de intensidad moderada, es recomendable tanto para la fertilidad como para un embarazo saludable.
Puedes informarte sobre otros consejos prácticos para aumentar la fertilidad en nuestro artículo “10 consejos para mejorar la fertilidad de forma natural” o consultar nuestro programa de fertilidad natural Easyfiv Nature, donde abordamos la fertilidad con metodologías naturales.
Por último, si bien la primavera puede influir positivamente en tus oportunidades de concebir, te recordamos que cada camino hacia la maternidad es único. Así que si estás buscando apoyo para lograr tu deseo, en IMF Easyfiv, nuestras clínicas de reproducción asistida en Madrid y Barcelona, contamos con una amplia gama de servicios y asesoramiento profesional en tratamientos de fertilidad. También tienes la opción de visitarnos gratuitamente la primera vez. En la primera consulta gratis te proporcionaremos un espacio para tus preguntas y orientación personalizada sin ningún compromiso. ¿Te animas a intentarlo en IMF Easyfiv?