Cuando se trata de una fecundación de manera espontánea y natural los óvulos de la mujer y los espermatozoides del hombre entran en contacto en las trompas de Falopio. En ocasiones, ese encuentro no es posible debido a las llamadas obstrucciones tubáricas. ¿Puede una mujer gestar con esta situación?
La doctora de EasyFIV y especialista en reproducción asistida Marisa Lacárcel explica que se distinguen dos tipos de obstrucciones tubáricas. La primera es la ligadura de trompas médica. Se trata de una técnica de esterilización femenina permanente que consiste en la obstrucción total de las trompas uterinas de manera que los gametos femeninos y masculinos no se encuentran, evitando un embarazo. Como expone la ginecóloga, es una intervención quirúrgica y voluntaria que se realiza ante una paciente que no desea trascendencia o, si ya tiene hijos, no quiere aumentar la familia.
Pero también puede ocurrir que mujeres que sí quieran experimentar la maternidad sean diagnosticadas de una obstrucción tubárica no médica. Esta situación puede darse, como señala la doctora Lacárcel, por una infección, cirugías abdominales de repetición, adherencias en la cavidad peritoneal o tumores que colapsan las trompas y no dan posibilidad de gestar de forma espontánea.
En esos casos, los tratamientos de inseminación artificial han abierto las posibilidades para gestar iniciando ciclos de Fecundación In Vitro convencional o de Microinyectacción espermática (ICSI). Según indica Marisa Lacárcel, esta técnica de reproducción asistida permite extraer los ovocitos de los ovarios tras un proceso de estimulación hormonal y una punción folicular, que se realiza en el quirófano. Estos ovocitos se fecundan luego con espermatozoides –de la pareja de la paciente o de un banco de semen-, dando lugar a embriones que posteriormente se transfieren al útero de la mujer preparado ya para gestar.
La función de las trompas de Falopio
Las trompas de Falopio son dos estructuras tubáricas que forman parte del aparato reproductor femenino y se extienden desde los ovarios a la matriz. Son elementos esenciales de la fertilidad de la mujer, ya que su función es la de impulsar y transportar hasta el útero al óvulo que se desprende durante el ciclo menstrual de la ovulación.
Estos conductos fueron reciben su nombre en honor a Gabriele Fallopio, el anatomista italiano que las descubrió en el siglo XVI.