La investigación médica ha avanzado tanto en reproducción asistida que incluso es posible preservar la fertilidad femenina. En general, las mujeres gozan del periodo de mayor fertilidad hasta que cumplen los 35 años, que es cuando la reserva ovárica empieza a escasear y, además, disminuye su calidad. A partir de los 40 las posibilidades de lograr un embarazo espontáneo son mucho más reducidas.
Esta sociedad, no obstante, va por delante y las mujeres son más jóvenes socialmente que reproductivamente hablando. La inserción masiva en el mercado laboral y la emancipación económica son, en parte, algunas de las razones por las que ellas retrasan cada vez más convertirse en madres. Existen técnicas que garantizan la preservación de los gametos femeninos para un futuro, garantizando su calidad.
Pero no solamente las causas sociales y laborales están relacionadas con la preservación de la fertilidad. Enfermedades que requieran un tratamiento que comprometa la capacidad ovárica, como puede ser la quimioterapia o la radioterapia, o dañen las células germinales ováricas también plantean valorar este tipo de técnica para ser madre el día de mañana. Los profesionales de EasyFIV recomiendan, de hecho, no obviar las revisiones ginecológicas periódicas para anticipar posibles problemas.
¿En qué consiste la vitrificación de óvulos?
El especialista extrae los ovocitos del ovario mediante lo que se llama aspiración folicular con el objeto de vitrificarlos y preservarlos hasta el momento más adecuado para ser madre, dependiendo de los distintos casos. Para ello, se realiza una estimulación ovárica, una técnica médica que se lleva a cabo mediante medicación hormonal.
Cuando los folículos alcanzan el tamaño adecuado se procede a la punción ovárica. Es imposible predecir con total exactitud cuántos óvulos se extraen con dicha punción, ya que depende de cada mujer y de su respuesta al tratamiento hormonal previo.
En todo caso, una vez obtenidos, los ovocitos maduros se tratan en el laboratorio y son criopreservados. Se estima que la tasa de supervivencia ovocitaria es del 85%, aunque estos datos siempre están íntimamente relacionados con cada paciente, pues no hay dos mujeres iguales.