¿Qué hace un embriólogo?

Para llevar a cabo las técnicas de reproducción asistida es necesaria la alta tecnología, pero también es fundamental contar con un buen equipo humano. Es decir, sin los profesionales especializados en infertilidad nada sería posible. Con estas miras hemos querido acercarnos a uno de los perfiles clave que nunca puede faltar en una clínica de estas características: el embriólogo.

Este especialista desarrolla su labor en el laboratorio y es la persona encargada de manejar los gametos, tanto femeninos como masculinos. O, lo que es lo mismo, trabaja con los óvulos y los espermatozoides. Además, es el responsable de seleccionar el embrión de mejor desarrollo, que tiene, por tanto, mayores posibilidades de implantación.¿Qué hace un embriólogo?Banco de imágenes

¿Cómo trata el semen?
Lo primero, evidentemente, es obtener la muestra. Y entonces entra en acción el embriólogo y prepara el esperma para que adquiera la capacidad fecundante. Es necesaria una observación en fresco del semen y se procede a limpiarlo con el fin de librarse del plasma seminal. Es lo que se llama capacitación.

Es muy importante esta limpieza del eyaculado por varios motivos, para eliminar restos celulares, bacterias y leucocitos presentes en el plasma seminal así como para seleccionar los espermatozoides móviles e inducir cambios en estos sin los cuales no serían capaces de fecundar al ovocito. Así mismo, al eliminar el plasma seminal, eliminamos las prostaglandinas presentes en él, que podrían producir fuertes contracciones uterinas si fueran introducidas intraútero. De forma natural este proceso ocurre según avanzan los espermatozoides por el tracto genital femenino.

Existen varias técnicas para preparar la muestra seminal (swim-up, gradientes de densidad, MACS) y el embriólogo utiliza la más adecuada en cada caso. .

¿Cómo trata los óvulos?
El ginecólogo realiza primero una estimulación controlada para que la mujer genere más óvulos de los que produciría en un ciclo natural. Tras esto, llega el momento de la punción, es decir, la extracción de los óvulos que se generan tras la estimulación. Al embriólogo le llega el líquido folicular que ha extraído el ginecólogo y procede a la captación ovocitaria ayudándose de una lupa de aumento y siempre en un ambiente limpio a fin de evitar contaminaciones, para ello se trabaja en campanas de flujo laminar.

Tras la captación y lavado de los ovocitos recuperados, a fin de eliminar cualquier resto de sangre, se depositan en un medio de cultivo específico dentro de un incubador hasta la inseminación. En función de la técnica de inseminación a utilizar, el embriológo procederá previamente a denudar los ovocitos o no, esto es, el especialista eliminará o no las células de la granulosa que rodean los óvulos.

En el caso de optar por FIV convencional no los denudará, en este caso el complejo cúmulo-corona-ovocito se pone directamente en contacto con una concentración adecuada de espermatozoides imitando el proceso que ocurre de forma natural en las trompas. No obstante, si la técnica que se realizará es microinyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), sí se procede a su denudación, para permitir la valoración de la madurez ovocitaria, pues sólo se trabaja con ovocitos maduros.

Y todo esto ¿para qué se realiza?
Para poner en contacto los gametos femeninos y los masculinos. Entre las 16 y las 20 horas posteriores a la inseminación, bien por FIV o por ICSI, el embriólogo comprueba si ha habido una correcta fecundación. En caso afirmativo, se observa el desarrollo del embrión hasta la transferencia de éste al útero materno, que puede producirse el día 2, el día 3 o el día 5 ó 6 de desarrollo embrionario.